– 250 gs. de fécula de maíz.
– 50 gs. de fécula de maíz (para estirar la masa una vez cocida).
– 500 gs. de cola vinílica.
– 1 cdita. de ácido esteárico.
– 1 cda. de benzoato de sodio.
– 1 ½ pastilla de alcanfor.
– 1 cdita. de óxido de zinc.
– 1 cda. de glicerina.
– 1 cda. de vaselina líquida.
– 1 cda. de crema para manos (preferentemente blanca y consistente, no lechosa).
– 3 cditas. de extracto de blanco.
– 100 cc. de agua.
– 1 cdita. de formol al 5%.
– 5 cc. de alcohol.
Paso a paso
Colocar en un recipiente descartable y pequeño el alcohol y colocar allí las pastillas de alcanfor. Trozarlas con un palito o cucharita descartable y dejar reposar hasta que estén diluidas. Mezclar todos los ingredientes en un bol (menos el formol y los 50 gs. de fécula de maíz). Revolver hasta unir todo muy bien y dejar descansar la preparación durante 20 minutos a media hora. Verter la mezcla en una cacerola o sartén grande de teflón y cocinar a fuego lento, revolviendo continuamente con cuchara de madera hasta lograr una masa del tipo masa bomba. Hay que tener en cuenta que la masa debe resultar sequita y no se tiene que quemar, si fuera necesario disminuya el calor a fuego corona (si en su hornalla el fuego mínimo todavía hace una llama, colóquelo en posición máxima y comience a girar la perilla como para apagar el fuego hasta que vea una aureola celeste y no una llama. Ese es el fuego corona.) Retirar la masa del fuego y dejarla entibiar apenas. Sin quemarse, volcar la masa sobre la mesada, incorporar el formol y amasar agregando lentamente los 50 gs. de fécula, hasta que la masa esté fría. Tomar trozos de masa y hacer cilindros, dejarlos sobre la mesada espolvoreada con fécula. En caso de que todavía larguen vapor por estar tibios, es conveniente darlos vuelta y acomodarlos nuevamente sobre apenas de fécula, tratando de no excederse porque la masa puede quedar demasiado dura. Una vez bien fríos, envolver cada cilindro en trozos de nylon transparentes y sin aire y guardar en frascos de vidrio.
Colocar en un recipiente descartable y pequeño el alcohol y colocar allí las pastillas de alcanfor. Trozarlas con un palito o cucharita descartable y dejar reposar hasta que estén diluidas. Mezclar todos los ingredientes en un bol (menos el formol y los 50 gs. de fécula de maíz). Revolver hasta unir todo muy bien y dejar descansar la preparación durante 20 minutos a media hora. Verter la mezcla en una cacerola o sartén grande de teflón y cocinar a fuego lento, revolviendo continuamente con cuchara de madera hasta lograr una masa del tipo masa bomba. Hay que tener en cuenta que la masa debe resultar sequita y no se tiene que quemar, si fuera necesario disminuya el calor a fuego corona (si en su hornalla el fuego mínimo todavía hace una llama, colóquelo en posición máxima y comience a girar la perilla como para apagar el fuego hasta que vea una aureola celeste y no una llama. Ese es el fuego corona.) Retirar la masa del fuego y dejarla entibiar apenas. Sin quemarse, volcar la masa sobre la mesada, incorporar el formol y amasar agregando lentamente los 50 gs. de fécula, hasta que la masa esté fría. Tomar trozos de masa y hacer cilindros, dejarlos sobre la mesada espolvoreada con fécula. En caso de que todavía larguen vapor por estar tibios, es conveniente darlos vuelta y acomodarlos nuevamente sobre apenas de fécula, tratando de no excederse porque la masa puede quedar demasiado dura. Una vez bien fríos, envolver cada cilindro en trozos de nylon transparentes y sin aire y guardar en frascos de vidrio.
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